Por lo general lo que se suele ver son cuadros con una fidelidad y un nivel de detalle tan grande que en ocasiones parecen fotografías más que óleos. Quizá por eso me ha llamado la atención la genial idea de esta artista que ha decidido hacer lo contrario: coger la realidad, y darle un toque acrílico.
Un vistazo a como se consigue aquí.
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