El día que me convertí en nadie

Desde entonces no he vuelto a ser el mismo.
Puede que en muchos sentidos haya ganado mucho con respecto a aquel que aparece en mis fotos antiguas. Entre otras cosas recuperé la sonrisa, la sincera y descubierta sonrisa. Nunca dudes de su valor, mucho más que para los que la reciben lo tiene para el que la da.
Es curioso que nunca me había atrevido a ponerme una por temor a quedarme solo, y fue el estar solo lo que me llevó a hacerlo, cosas de humanos, yo que sé...
La seguridad se abrió camino entre un cenagoso bosque de temores y sinsentidos para hacerse un hueco debajo de mi barbilla. Cuando lo pierdes, o lo tiras todo, puedes rehacerte a ti mismo sin miedo a defraudar a nadie.
Mi cuerpo se ha ensanchado un poco, para poder alojar tanta experiencia, tantas cosas que sé que debo hacer, otras que sé que no debo y otras que sé como no hacerlas.
He conocido el verdadero valor de la amistad, por el simple hecho de no correr detrás de la compañía, sino haber aprendido a ser paciente, a esperar siendo uno mismo a que aquellos que te encuentren digno se abran a ti. Y a recibirlos, y a cuidarlos... y a saber dejarlos marchar si deciden hacerlo.
A veces, las personas, tendemos a mimetizarnos con el entorno. En un absurdo ejercicio de mezquindad podemos llegar a disfrazar nuestras aptitudes, nuestros conocimientos, y nuestros talentos con el mero e insulso fin de entrar dentro de la media, de no destacar para no correr el riesgo de ser rechazado. Porque si algo es más común que la envidia, es el miedo a aquellos que son diferentes.
Conversar... es uno de los mayores placeres. No hablar por hablar de temas tan vacíos de interés como de contenido, no. Dialogar de cosas sabiendo que estás siendo escuchado, que aunque en desacuerdo, la otra persona podrá responder algo tan bien fundamentado, estructurado y expresado como esa disertación tuya que lo precede. Hablar con quien sabe escuchar, escuchar a quien sabe hablar. Quid pro quo.
He descubierto aficiones completamente nuevas, las que siempre quise tener y nunca pude por no encontrar con quien compartir. Escribir he escrito siempre, a veces más y a veces menos, a veces contigo y a veces sin ti, pero la fotografía también me permite expresar cosas que no podría describir aunque quisiera. Una imagen vale más que mil palabras...
He viajado más, he ido a más sitios, lo he hecho de otra forma. Para conocer un poco más sobre de donde vengo, porque eso me ayuda a saber donde estoy y a donde quiero ir. Porque siguiendo la lógica, cuando uno se ha perdido en un camino, lo mejor es regresar al último punto conocido.  Para borrar recuerdos, porque hay sitios que no se merecen cohabitar en un recóndito recuerdo con personas que carecen de valor, porque algunas etiquetas... son imposibles de eliminar.  Para darme cuenta de lo grande que es este mundo que a veces se hace tan pequeño que nos oprime el pecho, porque el lugar que ocupamos es mucho más pequeño cuanto más conocemos... y eso te devuelve inevitablemente a un contexto más cercano a la realidad.
He conocido el amor, de forma pura, de forma sincera. No puedo decir que para siempre, porque he aprendido a no aventurarme en poner plazos a los sentimientos, pero sin duda nada hará que olvide o quiera olvidar esa sensación. Lejos de circunstancias, de amigos de amigos que "amigan" con amigos para "enemigar" contigo, desconociendo el esconderme de nada ni de nadie, sentir que alguien siente el mismo orgullo que tú un minuto antes de despertar por hacerlo compartiendo la cama...
He leído más porque leer ya no es cosa de raros, ni de frikis, es una pasión y punto.
Cuento con escasas amistades, no soy el hombre del millón de amigos, pero cada uno de ellos posee un valor incalculable, mucho más allá de lo que se pueda conseguir con un trillón de besos repartidos de dos en dos una noche de discoteca cualquiera. Me han animado a dar rienda suelta a mi creatividad, a ser brillante sin más, porque si alguien puede brillar debe hacerlo sin miedo a eclipsar a nadie. El cielo que nos cubre está poblado por millones de estrellas que no compiten por brillar más que la otra, que no mitigan su brillo para no incomodar, y juntas... forman el mayor espectáculo que se puede comprobar sobre este montón de tierra rodeado de agua. Porque sí, soy brillante, no me considero mejor que nadie, porque pienso que cada persona alberga dentro de sí la luz necesaria para brillar si se lo propone, pero al igual que yo antes... viven esclavos de querer pertenecer a la manada, porque el ser humano es inteligente, pero la masa es un ser estúpido, mezquino y peligroso.
Duermo como nunca lo había hecho antes, ya no acumulo horas postrado buscando redimir el cansancio por una vida vacía, ahora descanso antes y después de hacer algo que me apasiona.
He progresado en el trabajo porque mi trabajo ya no está mal visto por nadie, ya no dejo que nadie me haga sentir esclavo de una labor como la mía, de unos horarios incomprensibles, de una dedicación...
A día de hoy, soy mucho más y he recibido más reconocimientos de los que ningún botarate "in" pueda obtener en toda su vida. No renuncies a nada por nadie... porque lo que quieres te define, porque lo que tú consigas será tuyo para siempre, y eso nada ni nadie podrá arrebatártelo.
No temo resultar pedante por saber, ni arrogante por refutar... sé cuánto sé de lo que sé y no hay nada de malo en que los demás lo sepan.

Este fin de semana se ha cumplido el tercer.. o el cuarto... o el quinto aniversario desde que diese aquel puñetazo en la mesa. Desde que una noche sin dormir pegado al volante de mi difunto coche, devorando líneas discontinuas me llevase hasta el destino de la cordura. Dejé de intentar colar la figura con forma de círculo por el hueco cuadrado, dejé de buscar mi sitio porque fue mi sitio el que vino a por mí.
Sinceramente, ya ni me acuerdo de cuantos años ha de aquello.... ni falta que hace.
No todo han sido victorias por el camino, también he sufrido derrotas y perdido algunas cosas y personas que hubieran encajado en mi nuevo mundo, pero por estar ancladas en un tiempo y en unas circunstancias determinadas, y sobre todo porque ninguna de ellas pudo seguirme, no he podido salvar.
Sobre todo he perdido tiempo, se podría decir que me ha servido para aprender, que sin ese trance no hubiera llegado a este punto, pero por otro lado, seguramente hubiera preferido aprender la lección mucho antes, mea culpa. Quizás por lo equivocado de mis prioridades, por lo aferrado de mis convicciones, por la dureza de los lazos que tejí en torno a errores cometidos... éstos requirieron mucho más tiempo para ser totalmente destruidos.

Sea como sea, vestido con mi talento, mi seguridad, mi sonrisa y mis amigos y valores... recorro un nuevo camino tan lejano de todo lo anterior que antes de comenzar a escribir, no me he reconocido en una foto de cierta edad. No sabría decir quién estaba conmigo, dónde estaba o por qué estaba allí... y eso sin duda ha sido una gran noticia.

Hoy hace tres, cuatro, o cinco años.. del día en que me convertí en nadie.
Hoy hace tres, cuatro, o cinco años... que comencé a ser alguien.

5 comentarios:

  1. Muchas, muchísimas gracias! Supongo que conoces tu lugar en el texto...

    ResponderEliminar
  2. No es la primera vez que lo pienso, pero al leer este texto me dije de nuevo "menos mal que al final se decidió a crear su blog, hubiera sido una pérdida desperdiciar este talento". No es solo que sea una terapia para ti, es que a los demás nos enriqueces la vida...

    ResponderEliminar
  3. Mucho de lo escrito, y del proceso que ha desencadenado en lo que se refleja aquí, y que siento ahora... Ha sido gracias a personas como tú, que cual cazatalentos musical, supieron escucharme tararear en la oscura esquina de un bar, y me tendieron la mano para convencerme de que no hay nada que temer, que se puede ser uno mismo a pesar de todo porque solo así se consigue que la gente te valore por como eres, que vale más ser ignorado por ser como eres, que admirado por aquello que no eres. Me siento muy feliz siendo como soy con aquellos que por tanto se que me aprecian, muy orgulloso de todos mis amigos, y muy agradecido a todos ellos, especialmente a ti por predicar siempre con el ejemplo. Has sido un gran espejo en el que mirarme.

    ResponderEliminar
  4. Al final lo has conseguido, poder mirar atrás y sentirte satisfecho por la progresión, habiendo sabido salir de la adeversidad, cual ave fénix. Pero hay que darse cuenta de que el camino se anda con pasos para delante, pero con la cautela de que los pasos en falso del pasado han de ser tenidos en cuenta.
    Para mi siempre es un placer compartir ratos contigo, porque esa senda que se escribe en cada uno de nosotros, se que se hace a base de gotas imperturbables de felicidad no perecedera.

    ResponderEliminar